El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, especialmente en la piel, el tejido conectivo y los huesos. Su función principal es retener agua para mantener los tejidos hidratados y lubricados. Sin embargo, con el paso del tiempo y los factores ambientales, el ácido hialurónico va disminuyendo, lo que puede provocar sequedad, arrugas, flacidez y otros signos de envejecimiento.
Para qué sirve el ácido hialurónico
El ácido hialurónico sirve para mantener nuestro organismo hidratado y saludable. Sin embargo, con el paso de los años y la exposición a factores externos como el sol, la contaminación o el estrés, el ácido hialurónico va disminuyendo en cantidad y calidad. Esto puede provocar una serie de problemas como:
- Deshidratación y pérdida de elasticidad de la piel.
- Aparición de arrugas, líneas de expresión y flacidez.
- Deterioro del cartílago articular y dolor e inflamación en las articulaciones.
- Sequedad ocular e irritación.
- Alteración de la flora intestinal y disminución de las defensas.
- Disminución del rendimiento cognitivo y del estado de ánimo.
Para prevenir o revertir estos efectos negativos, muchas personas optan por tomar ácido hialurónico de forma exógena. Esto significa que se introduce en el organismo desde fuera, ya sea mediante productos tópicos (cremas, geles o gotas), inyecciones (rellenos faciales o infiltraciones articulares) o pastillas (suplementos orales).
Cada una de estas formas tiene sus ventajas y sus inconvenientes, dependiendo del objetivo que se persiga y de las características personales de cada uno. Lo que está claro es que el ácido hialurónico tiene múltiples beneficios para nuestra salud y nuestra belleza, que vamos a ver a continuación.
Beneficios del ácido hialurónico
El ácido hialurónico tiene numerosos beneficios para nuestro organismo, tanto a nivel interno como externo. Algunos de los más destacados son:
- Hidrata y rejuvenece la piel. El ácido hialurónico es capaz de retener hasta 1000 veces su peso en agua, lo que le convierte en un potente hidratante para la piel. Al mantener la piel hidratada, el ácido hialurónico mejora su aspecto, su textura y su tono. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, que son las proteínas responsables de la elasticidad y la firmeza de la piel. Así, el ácido hialurónico ayuda a prevenir y atenuar las arrugas, las líneas de expresión y la flacidez, dando un aspecto más joven y luminoso al rostro.
- Protege y repara la piel. El ácido hialurónico no solo hidrata la piel, sino que también la protege de los agentes externos que pueden dañarla. El ácido hialurónico actúa como un filtro natural contra los rayos ultravioleta y los radicales libres, que son los principales causantes del envejecimiento prematuro de la piel.
- Lubrica y alivia las articulaciones. El ácido hialurónico es un componente esencial del líquido sinovial, que es el encargado de lubricar y amortiguar las articulaciones. Con el paso del tiempo y el desgaste articular, el líquido sinovial se reduce y pierde sus propiedades, lo que puede provocar dolor, inflamación y limitación del movimiento. El ácido hialurónico ayuda a restaurar el líquido sinovial y a mejorar la función articular.
- Hidrata y cuida los ojos. El ácido hialurónico es una sustancia presente en el humor vítreo, que es el líquido que rellena el interior del ojo. El humor vítreo tiene varias funciones: mantiene la forma y la presión del globo ocular, permite el paso de la luz hasta la retina y nutre las estructuras oculares. El ácido hialurónico contribuye a mantener el humor vítreo hidratado y viscoso, lo que previene problemas como la sequedad ocular, la irritación o las infecciones.
- Mejora la salud intestinal. El ácido hialurónico tiene un efecto beneficioso sobre la flora intestinal, que es el conjunto de bacterias que habitan en nuestro intestino y que cumplen funciones importantes para nuestra salud. El ácido hialurónico ayuda a mantener el equilibrio entre las bacterias buenas y las malas, lo que mejora la barrera defensiva del organismo frente a agentes patógenos.
- Potencia el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo. El ácido hialurónico también tiene un papel relevante en el cerebro, donde participa en procesos como la transmisión de señales nerviosas, la memoria o el aprendizaje. El ácido hialurónico ayuda a mantener las células cerebrales hidratadas y protegidas, lo que favorece su funcionamiento óptimo. Además, está relacionado con la producción de serotonina, que es un neurotransmisor implicado en el estado de ánimo, el sueño o el apetito.
Considerar las diversas formas de incorporar el ácido hialurónico en nuestra rutina puede ser un paso importante hacia una vida más saludable y una apariencia más radiante.